Estos son los seis cargos por los que Bruselas investiga a Shein
La Comisión Europea endurece (mucho) su vigilancia sobre Shein, la estrella emergente del eCommerce de moda ultrarrápida. El organismo con sede en Burselas ha notificado a la plataforma china una serie de prácticas que infringen la legislación comunitaria en materia de protección de los consumidores.
Este toque de atención llega tras una investigación, liderada por las autoridades de Bélgica, Francia, Irlanda y Países Bajos, y realizada junto con la Red de Cooperación para la Protección de los Consumidores (CPC), y pone sobre la mesa un conjunto de tácticas que, según Bruselas, distorsionan la toma de decisiones de compra de los usuarios y violan directivas clave como la de prácticas comerciales desleales o la directiva de derechos de los consumidores.
Prácticas cuestionadas: desde ofertas irreales hasta sostenibilidad dudosa
El expediente recoge seis grandes frentes donde Shein estaría incumpliendo el marco normativo europeo:
- Descuentos falsos: promociones que no se basan en precios anteriores reales, dando una apariencia de descuento que no es real, vulnerando así la directiva de precios.
- Tácticas de presión comercial: uso de relojes de cuenta atrás o mensajes de urgencia para forzar decisiones de compra precipitadas.
- Información engañosa: falta de transparencia en las políticas de devoluciones y reembolsos, así como incumplimientos en su tramitación.
- Etiquetado confuso: uso de distintivos que sugieren beneficios “extra” de los productos cuando en realidad se trata de requisitos legales mínimos.
- Greenwashing: alegaciones medioambientales que no están respaldadas por datos o certificaciones verificables.
- Contacto opaco: ausencia de vías claras para que los consumidores formulen reclamaciones o consulten dudas.
Además, la red CPC está evaluando si Shein manipula o presenta de forma parcial las valoraciones de producto, y si informa adecuadamente sobre su papel como intermediario en operaciones con terceros vendedores de su marketplace.
En palabras de Michael McGrath, comisario de Protección de los Consumidores, «la acción de hoy envía un mensaje claro: No evitaremos que las plataformas de comercio electrónico rindan cuentas, independientemente de dónde se encuentren. La legislación de la UE en materia de protección de los consumidores no es facultativa, sino que debe aplicarse en todos los casos».
Lo cierto es que ahora es Shein a quien se le ha activado una cuenta atrás: la compañía tiene un mes para presentar sus argumentos y compromisos de corrección. Si la Comisión entiende que las respuestas no son satisfactorias, las autoridades nacionales podrían iniciar acciones de ejecución que incluyan multas proporcionales al volumen de negocio de la empresa en cada país afectado.
Por su parte, Shein nos ha explicado su buena disposición a colaborar con el organismo europeo en este asunto: «Hemos estado colaborando de manera constructiva con las autoridades nacionales de consumidores y con la Comisión Europea para demostrar nuestro compromiso con el cumplimiento de las leyes y normativas de la UE, y seguimos implicados en este proceso para abordar cualquier preocupación. Nuestra prioridad sigue siendo garantizar que los consumidores europeos disfruten de una experiencia de compra en línea segura, fiable y satisfactoria«.
Una nueva polémica para Shein
En paralelo, Shein también está siendo investigada por la Comisión en el marco de la Ley de Servicios Digitales (DSA), al haber sido designada en abril de 2024 como una plataforma en línea de muy gran tamaño (VLOP). Esta investigación se refiere, entre otras cosas, a la presencia de contenidos y mercancías ilegales en Shein, la transparencia de sus sistemas de recomendación y las medidas para mitigar los riesgos relacionados con la protección de los consumidores, la salud pública y el bienestar de los usuarios.
Recordemos que además, hace apenas unos días, la Comisión Europea puso sobre la mesa una propuesta para establecer una tasa de dos euros por cada paquete enviado desde países no pertenecientes a la Unión Europea y valorado por debajo de 150 euros, en una medida que afectaría directamente al modelo de negocio de Shein. Esta iniciativa surge de la necesidad de adaptar la regulación aduanera a la realidad del comercio electrónico moderno. Tal y como te contamos en el mes de febrero, la Unión Europea se enfrenta a una avalancha de millones de paquetes diarios, lo que dificulta la supervisión efectiva de la seguridad, la calidad y la conformidad de los productos. La tasa de dos euros busca ser un mecanismo para compensar los costes asociados a este desafío logístico y regulatorio, al tiempo que mitiga la ventaja de la que gozan actualmente las plataformas asiáticas.
Desde su fundación en 2008, la historia de Shein ha sido la de un crecimiento vertiginoso hasta convertirse en uno de los gigantes mundiales del fast fashion online, especialmente entre públicos jóvenes y en redes sociales. Hoy en día, sigue siendo una de las apps más descargadas de España, mes tras mes. Pero ese modelo, basado en ciclos ultra rápidos de producción y precios bajos, no ha estado exento de controversias y desafíos legales.
Por ejemplo, Shein ha sido cuestionada por condiciones laborales poco transparentes en sus fábricas, con denuncias sobre jornadas extensas y falta de seguridad para los trabajadores. De hecho, el organismo de control suizo Public Eye, publicó un informe a finales de 2021 denunciando la existencia de talleres inseguros, carentes de ventanas y salidas de emergencia, así como de protocolos de seguridad. También informaron de la existencia de trabajadores sin contrato y de jornadas de trabajo abusivas, llegando a las 17 horas. Un documental posterior de la BBC también puso en tela de juicio las prácticas laborales de la empresa.
Imagen: Shein